martes, 25 de diciembre de 2007

revista tercera mujer santiago de chile

ANTÍDOTO CONTRA EL DES-ANIMÉ...

Para la psicóloga infantil de la UC, Isabel Alvarez “el cuento es una herramienta maravillosa para que los niños puedan exteriorizar sus percepciones acerca de sí mismos, de sus pares, de la familia y el entorno”.



Ana María Pabst y Carolina Prieto cuentan que en el taller de LeoLetras, que imparten en distintos colegios capitalinos, a veces han aflorado conflictos mayores de los niños. "En una ocasión estábamos construyendo un cuento con el grupo de prekinder. Todos dibujábamos un personaje para hacer una historia y una alumna dibujó a una niñita sola. Nosotros, a partir de eso, que era un cuento para ella, preguntamos y efectivamente supimos que ella estaba viviendo un problema muy grande por la separación de sus padres. Fue importante saber cómo se sentía la niña para realizar un trabajo conjunto con el profesor, la familia y un psicólogo". Pero Pabst y Prieto aclaran que su taller no constituye una terapia para niños conflictuados: "No tenemos las herramientas para eso. Los papás piensan que vamos a ayudarle a su hijo a disminuir el problema de agresividad o a que pierda hiperactividad y no es así, tiene que haber una terapia paralela. Aquí pueden aprender mucho y beneficiarse de la narrativa oral, pero no resolver dificultades mayores".

La sicóloga Isabel Alvarez asegura que los cuentos son una herramienta más. Por ejemplo en el caso de los niños que tienen déficit atencional, "pueden ayudar como técnica para motivar al niño y ampliar su espectro de atención. La ventaja del cuento es que en general es visto como algo muy lúdico".

Exponer a los niños a la magia de los cuentacuentos nunca será excesivo. La realidad actual no lo permite, precisamente por el poco tiempo de los padres, los narradores orales caseros, y porque lo realmente excesivo es la exposición a la televisión. En el taller de LeoLetras, nada más empezar preguntan a los niños qué libros conocen y la respuesta siempre es un tanto desoladora. Todo lo que tenga que ver con el animé japonés: Yugi Ho, Pokémon, Digimon, es lo más popular, seguido de las películas de cine infantil. Sólo después los niños de cuatro o cinco años mencionan otros cuentos que alguna vez les leyeron sus padres. Este es un factor que juega en contra del desarrollo de la imaginación, la creatividad, del gusto por la lectura. Por eso las creadoras de LeoLetras aconsejan: "Si uno puede dar la posibilidad a su hijo de que escuche una hora de narración oral a la semana y se haga amigo de las palabras, será súper positivo". \\

1 comentario:

leydi dijo...

Con el solo hecho de leer libros que te gusten mucho ya estas aportando para que tu imaginacion y creatividad estean desarrollandose. El apoyo de los padres es fundamental en el gusto de la lectura de sus hijos, ya que sin ellos como ejemplo, las generaciones que estan por venir no tomarian en cuenta la lectura ni el gusto por escuchar lo narrado. =)